¿ESTÁ SOBREVALORADA LA RESOLUCIÓN 4K EN LAS PANTALLAS DE TELEVISIÓN?

Seguramente, el aparato de televisión que tengas en casa, si no es muy antiguo, será 4K. El dispositivo móvil que tengas, la tablet, la pantalla de tu portátil, puede que también. Hoy ya no se vende prácticamente ningún dispositivo con pantalla que no sea 4K. Pero, ¿qué es el 4K y para qué sirve?

4K es la denominación de una determinada resolución de imagen digital, la cual se compone normalmente de millones de puntos (pixeles) que, cada uno con sus niveles de luz y de color, componen lo que finalmente nuestro ojo, y por extensión nuestro cerebro, acaba viendo e interpretando. Es decir, la pantalla de tu teléfono móvil se compone de millones de puntos, los cuales tu ojo es físicamente incapaz de distinguir por sí solos, de diferenciarlos, sino que percibe la imagen que forman todos ellos en conjunto.

El término Ultra HD, más conocido como 4K, corresponde generalmente a una resolución de 3840 pixeles o puntitos de largo por 2160 de ancho, es decir, un fotograma compuesto de más ocho millones de puntos, que me apuesto contigo lo que quieras a que no eres capaz de distinguir en una pantalla normal sin acercarte muy exageradamente a la misma.

Y aquí viene realmente la cuestión: ¿es necesaria la resolución 4K? ¿Nos aporta mayor calidad de imagen que la llamada FullHD (cuatro veces menor) y que estaba muy extendida hasta hace poco y todavía se sigue utilizando muy a menudo en producciones audiovisuales?

Pues la respuesta, que enseguida explico y desarrollo, es que no. Salvo casos muy extraños, no serás capaz de distinguir en tu televisión (y mucho menos en tu dispositivo móvil) la resolución 4K de la resolución cuatro veces menor, la llamada FullHD.

Te doy unos datos: una pantalla de tv de 40”, como la que hay en muchos hogares, mide unos 87 cm de ancho. La resolución 4K equivale a 3840 pixeles en el lado ancho, esto hace que por cada centímetro tengamos unos 44 píxeles de lado (horizontal), por lo tanto podremos saber que en esa pantalla cada píxel mide unos 0,226 milímetros de ancho. O lo que es lo mismo, que hay unos 4,5 píxeles por milímetro.

Y ahora te hago dos preguntas, una: ¿a qué distancia ves tú normalmente la tv en tu casa?; y la otra: a esa distancia, ¿eres capaz de distinguir los píxeles de esa imagen? Exacto, a no ser que te acerques lo suficiente, es decir, a unos cuantos centímetros, no vas a ser capaz de distinguir las variaciones de la imagen en las que un píxel es diferente al de al lado, por lo tanto, vete olvidando ya de apreciar y disfrutar la imagen en 4K que te ofrece ese magnífico televisor que compraste.

Entonces, ¿tiene sentido invertir en pantallas 4K para disfrutar de mejores imágenes? Pues no es que tenga sentido, sino que no tienes más remedio, porque como decía al principio del artículo, ya no se venden pantallas que no sean de resolución 4K o superior. ¿Y esto por qué?, te preguntarás… Pues por marketing, amigo, puro marketing.

Si te ha sorprendido esto, no te pierdas dentro de unos días la continuación de este artículo, en el que hablaré de cómo la gran mayoría de productoras (tanto las más grandes como las pequeñas) entregan sus trabajos en 4K, pese a haberlos grabado a menor resolución.

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